domingo, 24 de febrero de 2019

Visita a las Lagunas de Villafáfila.

Llegamos a la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila. Importante lugar a nivel nacional al que miles de aves llegan todos los años para invernar o criar, además de las especies residentes que viven aquí todo el año como la avutarda.
El día estaba muy frío y ventoso con lluvia intermitente cuando llegamos hasta la Casa del Parque donde nos dividieron en varios grupos. En mi grupo primero nos tocó el interior, donde, muy amablemente, un biólogo, nos explicó la importancia de las lagunas y la estepa de alrededor.
A mi, particularmente, me llamó mucho la atención todo lo que nos explicaron de los gansos, desde como son físicamente: su peso, sus membranas en las patas, su manera de volar hasta su manera de comportarse ya que vienen en invierno para conseguir alimento desde los países nórdicos porque allí hace mucho frío y hay mucha nieve, con lo cual, no pueden encontrar alimento; su manera de volar en V donde los adultos se sitúan al principio para enseñar el camino a los jóvenes que van detrás, que prefieren viajar por la noche, que se orientan por las estrellas porque tienen una especie de brújula en la cabeza.
Quizás, lo que más me impresionó, fue que nos dijeron que en 1999 llegaron hasta aquí 40.000 gansos y, este año, solamente unos 2.000. Esto se debe al cambio climático porque donde viven hace más calor y tienen alimento o se quedan en zonas más cercanas como Holanda. Se ahorran un largo viaje.
Es decir, nosotros, los humanos, somos los culpables del cambio climático que está afectando a muchas especies de animales que están cambiando su manera de vivir con la cantidad de problemas que ocasiona al medioambiente y a nosotros mismos.
Por eso, a través de nuestro proyecto del reciclaje podemos intentar poner nuestro granito de arena para solucionar un grave problema del que tenemos que ser conscientes para intentar solucionar.
Luego nos pusieron un vídeo en el que pudimos ver toda la importancia de las lagunas tanto de flora como de fauna; además, me llamó mucho la atención que las lagunas eran de agua salada y que desde hace miles de años se había sacado sal para el consumo humano.
Después salimos al exterior donde, nuestro profesor, nos enseñó y contó muchas curiosidades de todas las aves que estábamos viendo en las pequeñas lagunas desde unos observatorios. Había muchas especies de las que conocía muy pocas.
Terminó la mañana y volvimos para casa. Fue una experiencia muy interesante porque no conocíamos prácticamente nada de todo lo que habíamos visto.
Blanca Prieto - 1º ESO

lunes, 18 de febrero de 2019

La Patrulla Medioambiental

 Esta patrulla la forman cuatro compañeros diferentes todas las semanas. Su misión fundamental es que en el recreo se recicle y se haga bien pero tienen varias funciones:
Llevar el control diario de lo que se recicla en el recreo, controlar las papeleras de envases (amarillo) y papel (azul) en las clases, vaciarlas cuando estén llenas en el contenedor que hay enfrente de nuestro colegio, apuntar los impropios (cuando alguien se ha equivocado al tirarlo en una papelera que no corresponde) y decirle donde debe de hacerlo correctamente.
Para desarrollar estas funciones disponemos de un peto de la patrulla con su logotipo incluido que varios compañeros diseñaron. Esta patrulla se divide el recreo en dos partes iguales para cada pareja.
Ya sabéis:¡hay que reciclar! La Tierra nos lo agradecerá y nosotros también.
Aparte de reciclar estamos consiguiendo que el patio quede completamente limpio después del recreo y que, poco a poco, todos los alumnos se hayan ido concienciando de la importancia de reciclar y...¡ lo vamos haciendo!
Pablo Alonso (4º ESO)

domingo, 10 de febrero de 2019

Matemáticas y reciclaje.

Muchos de nosotros por no decir casi todos, no nos damos cuenta de lo que podríamos lograr si la sociedad en su conjunto reciclara todo lo que consume y las dimensiones que todo esto tendría. Este, es el principal objetivo de esta actividad, concienciarnos de lo que podemos generar si todos hiciéramos ese pequeño esfuerzo por intentar al menos, salvar a nuestro planeta y también conectar lo que estamos estudiando en matemáticas con el mundo que nos rodea, en este caso, la trigonometría. Empezamos construyendo un aparato, mediante materiales que fácilmente pudimos conseguir como un transportador, un sedal, unas tuercas y un bolígrafo, que sirve para medir ángulos a distancia.
Calculando el ángulo hasta la parte alta del edificio.
El siguiente paso fue tomar notas sobre las distancias y los ángulos que nos hacían falta de un espacio que previamente nosotros ya habíamos decidido, como el aula de exámenes, el patio del colegio, el gimnasio… y tras esto mediante unas operaciones trigonométricas y diferentes fórmulas pudimos calcular el volumen del lugar escogido. 
Midiendo la anchura del edificio.
Posteriormente, elegimos cada uno un objeto de poco tamaño que se pudiera reciclar fácilmente como latas de refresco, botellas de agua, bricks de zumo, etc y calculamos lo que ocupa, es decir, su volumen.
Haciendo cálculos.
Ya teníamos el volumen del lugar y del objeto escogido y sólo nos faltaba hacer una simple división para averiguar el número de latas, envases, botellas… que cabían en el lugar elegido y fue ahí dónde nos empezamos a dar cuenta de la cantidad, a veces casi hasta surrealista que entraba.
Por último, y fue aquí donde ya nos quedamos todos sin palabras, calculamos la distancia a la que llegaríamos si pusiéramos todas las latas, envases, botellas (la hubiéramos elegido)… que cabían en ese lugar y que hubiéramos reciclado en línea recta. Claro, dependiendo del tamaño de los objetos elegidos el resultado iba a ser uno u otro pero… unos llegaban hasta Peñafiel, otros hasta Aranda de Duero y otros incluso hasta Lyon, sí Lyon la ciudad ubicada en el centro del país galo, fue impresionante, una gran experiencia que sin duda nos ha supuesto un antes y un después en nuestra visión tanto del reciclaje como de que las matemáticas no sólo son números e incluso letras que aparentemente no nos sirven para nada.
El siguiente paso fue calcular cuánto podríamos fabricar con lo que habíamos calculado que entraba en el lugar elegido; si sabemos que con 80 latas de refresco se hace una rueda de bici, con 40 botellas de agua un polar, con 22 botellas pequeñas de agua una camiseta o que con 6 briks de leche una caja de zapatos nos salían verdaderas barbaridades de prendas u objetos fabricados y todo, simplemente, reciclando.
Mediante este artículo espero que vosotros también, los que lo estéis leyendo os empecéis a dar cuenta que si no hacemos algo, nuestro planeta se muere.
Trabajo realizado por los Alumnos de 4º ESO- Texto de Miguel Ángel Sarmiento (4º ESO)